lunes, 27 de julio de 2015

INOCENCIA: ESPEJO DE UN ALMA

No sé escribir, no sé leer, pero sé amar. Amo a mi mamá, ella interpreta todos mis gestos, mis sonrisas, mis enojos, mis caprichos. Lee en mi rostro mis estados de ánimo. A veces ni yo me entiendo, pero estoy seguro que ella me comprende.
Soy feliz porque mi familia es feliz.
¿Que es lo que más me gusta? Viajar. Disfrutar de largos paseos en auto. Ver como van mutando los paisajes; de ciudad a campo, de campo a sierras, de sierras a playas.
Recuerdo cierta vez que goce la agradable emoción de poner mis pies dentro de las aguas de un arroyo. Escoltado por mi papá y mi hermano disfruté como nunca de los tesoros que ofrece la naturaleza.
A mi papá le encanta pescar, esa pasión se la transmitió a todos mis hermanos y hasta a mí, que no tengo paciencia.
En una laguna, mi papá, estuvo a mi lado toda la tarde ayudándome a sostener la caña de pescar para que yo pudiera experimentar esa increíble sensación de atrapar un pez.
¡Cómo disfruté ese día!, no sólo por la pesca sino por el entrañable amor que me prodigó mi papá. 
La vida ha sido muy generosa conmigo, no tengo que mendigar afecto, no se me oculta, no se me margina.
La vida es un milagro y yo formo parte de ese milagro, por eso estoy agradecido.
Dependo de los demás, es mi realidad y la acepto porque cada día de mi existencia está protegida por un halo de infinito amor, amor que comprendo a pesar de mi autismo

2 comentarios: